lunes, 7 de marzo de 2011

06/03/2010. III Carrera Popular de Riópar o El síndrome de Stendhal

Preciosa vista de Riópar y alrededores
La Carrera de hoy ha transcurrido en tal vez el más afamado de nuestros pueblos de la Sierra de Alcaraz y Segura. Rodeado de montañas se extiende a lo largo de un precioso valle que transcurre entre los picos Almenaras y el gran macizo de El Calar del Mundo, donde se erige el espectacular nacimiento del Los Chorros del Río Mundo -tal vez la maravilla natural por excelencia de la provincia-. En mi anterior crónica citaba los lugares típicos habituales de visita, parajes a los que han acudido alguna vez en su vida la mayoría de los habitantes manchegos y otros cuantos de gran parte del sureste español. Este enclave, con su bien fundada fama, es uno de ellos.

Campamento de San Juan
Aquí, como muchos de nosotros, he disfrutado de las instalaciones de turismo rural existentes, y desde hace tiempo, con aquellas folloneras noches de nuestra adolescencia en las literas del Refugio de San Juan, hasta las últimas comodidades familiares de las actuales cabañas. ¡Mil batallitas para contar!. Pero lo que no me podía imaginar era que mi último retorno no iba a ser para hincharme a chuletas, sino para pegarme una paliza poco más de 10 km.

Parte del "Dosquince Riopeño"
Hete aquí que nos juntamos casi 500 runners en una mañana espléndida para practicar nuestro deporte favorito, en este sin par entorno, con el nerviosismo propio de todas las carreras. Me situé por detrás de Paco Corominas, junto con Pedro León, Willy, Juanra y Dani Cifo, y con la tontería de las video-gafas no me fijé que nuestra posición de salida estaba a la inquietante distancia de tres metros de las alfombrillas. Vamos, donde se sitúan habitualmente los buenos. ¡Bah, qué más da!. Poco después dio comienzo el evento y nos encaminamos por la Travesía de los Plátanos dirección al Campamento de San Juan. Pronto observé la inevitable consecuencia de la osadía de ocupar puestos delanteros impropios de mi nivel: cientos de runners iban inexorablemente superándome, a pesar de que no empezamos a trote lento. Pasado el primer kilómetro, y en la pista que nos llevaba a las primeras rampas, Paco Aparicio se unió al grupo que formábamos Pedro y yo, con un Willy distanciándose y con Paco Corominas, Juanra y Dani ya ni se sabe. Pudimos observar a lo lejos a los primeros de la clasificación, apreciando que casi nos doblaban en distancia recorrida.

En ese preciso instante atiné a contemplar la majestuosidad del paisaje en el que nos introducíamos: la frondosidad del las pinadas que se extendían por todas partes…, los Picos Almenaras a la derecha y del Padrón a la izquierda con sus cumbres nevadas…, el sol iluminando toda esa irradiante belleza… En ese momento sucumbí víctima del “Síndrome de Stendhal” versión “arte de la Naturaleza”, pues sufría los mismos síntomas que hace casi dos siglos experimentó este ilustre caballero saliendo de la Santa Croce de Florencia: “…me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”… Bueno, esta es la peor excusa que hasta la fecha he eximido para justificar lo de siempre: unas cervecitas y unos cubatas la tarde de antes…, una “m…” de calentamiento y empezar la carrera con los compas de más nivel. “¿Donde vas, Rigodón…?”, me dije a mi mismo. No tuve más remedio que recular en pleno llano allá por el 1,5 km, y sobre todo teniendo en cuenta lo que se avecinaba.

...junto al maestro
"Blogger" ...
Procesión de runners desfilando ante mis narices, que bien se verá en el video, hasta que llegaron por detrás otros compas del Dosquince. Primero Luis, en plena carga de los motores de su locomotora (me pasó bien sobrado) y después, mientras subía andando ya la primera cuesta seria, Dioni y Sebas, mis salvadores del ridículo (más por puro pundonor que otra cuestión). Logré enganchar con “troteitor”, pues el “diesel” de Dioni carburaba de lo lindo, y juntos nos encaminamos a penar los pecados cometidos pendiente arriba –ahí nos quiere ver Gossi…-

La pista forestal se había convertido en una delgada senda por donde debíamos atravesar diversos riachuelos, zonas enfangadas y hasta saltar troncos y pequeñas torrenteras que invadían el trayecto y que como bien comparaba Juanra, nos hacían parecer protagonistas de una peli americana de esas de caza humana. Hasta alguna caída que otra pude presenciar... En pleno ascenso, el amigo Sebas, con ese curioso ritmo que le hace apretar cuando la pendiente se agudiza, me distanció unas decenas de mts, pero conseguí mantenerlo a vista. Más tarde, pasado el albergue y después del último remonte, comenzó la tan deseada bajada. Está claro que estoy gordo excedido en mi peso ideal, pues recupero respecto a bastantes corredores lo que pierdo en las subidas (escuela “El Fuerzas”). En la última y tendida bajada, junto a Mariangeles (CD Running), enlazamos por fin con el “atletoide trovador”.


Aquí que parece que esprinto..., en verdad fue Sebas quien me
empujó para que entrase primero. Caballero siempre hasta el final...
Por fin llegamos al pueblo, no sin antes atravesar un empedrado cauce repleto de cantos rodados que hizo las delicias de nuestro maltrechos tobillos, ¡y otro canto en los dientes debíamos de darnos ya que por suerte estaba seco!.

En un agónico final de carrera por la última rampa del recorrido, fue un gran honor traspasar la línea de llegada de la mano de mi valedor al club y padrino en esta etapa de recientes desvirgues deportivos, entre el gozo y algarabía de al menos nuestros sufridos organismos.

Vamos a aprobar a la organización por la bonita camiseta y la chocolatada de la carpa, si bien ha sido otra carrera en la que ha faltado grifo de cerveza. Imperdonable para unos pseudo-atletas veteranos que no preparamos citas olímpicas. También aceptable el avituallamiento de botellines, pero solamente un puesto en el Campamento se nos antoja algo escaso, sobre todo viniendo de Molinicos con tres puestos para tres km más. Evidentemente esta mini-crítica la salva el calor y la acogida de los riopeños –como en todas las carreras hasta ahora participadas están destacando por encima las gentes de cada lugar-

En cuanto al equipo nos hemos dado cita quince dosquinceños -valga la redundancia-, comenzando por Paco Corominas con 0:46:28 de tiempo real a ritmo de 4:22 oficial -Dios mío como irá este hombre cuando la carrera sea llana-, Juanra (0:51:03 a 4:48) y Dani Cifo (0:51:21 a 4:50) –otro tanto de lo mismo-, Luis (0:55:12 a 5:13), Willy (0:56:47 a 5:21), Paco Aparicio (0:56:57 a 5:22), Pedro (0:58:32 a 5:31), Dioni (0:58:34 a 5:32), el dúo Jota-Sebas de la manita (01:00:49 y 01:00:36 a 5:44), José Manuel (01:05:09 a 6:09), María (01:10:41 a 6:40), Paco Lombardía (01:11:19 a 6:44), Gossi y Juan “Trampolín” (01:19:13 y 01:19:12 a 7:28).

Por último destacamos de camino a casa una paradita en Fuente La Higuera a reponer hidratos cervecísticos y apurar el poco pan de pueblo que la comitiva de runners habían dejado.

Un saludo.

VIDEO-GAFAS EN RIÓPAR 2011 (con pre y post-carrera)









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